Hace ya un tiempo escribí sobre cuánto me gusta el café y cuánto me gusta poder compartirlo con personas auténticas y conocer sus proyectos más personales. Pues bien, sigue siendo una de mis actividades preferidas así que hace unas semanas compartí café virtualmente con mi amiga Géraldine. Ella es una profesional con talento y pasión por su trabajo. Es un gran ingeniera de las relaciones. Por videoconferencia, hablamos y reflexionamos sobre cómo las personas conseguimos dar forma a nuestros proyectos más personales y sobretodo sobre cómo conseguimos que crezcan y siempre pasen al siguiente nivel. Lo que está claro es que cuando algo sale de dentro de nosotros mismos es casi natural que pongamos en ello el 100% de nuestra energía e inspiración, pero la verdad me quedé pensando que todavía tenía que haber algún ingrediente más.
Hace unos días recibí un email de Géraldine donde me decía cuánto bien le hizo poder compartir aquella charla, que sus planes estaban en marcha y lo ilusionada que estaba por ir avanzando en ellos. Pues ahora ella sabrá lo bien que me fue a mí también compartir con ella. Desde ese día no dejé de pensar sobre cuál es ese otro ingrediente. Y ahora está ya más claro: lo que hace que nuestros proyectos vayan al siguiente nivel son los auto-retos que nosotros mismos creamos y un día decidimos ir a por ellos.
¿Qué es un auto-reto?
Un auto-reto es producto de un sueño que un día visionamos y hacia el cual caminamos desde entonces. Además es genial cuando a estos retos les pones fecha y hora en el calendario de modo que sí o sí el día «D» estás obligado a salir al estrado.
Los auto-retos también son compartidos. Leí que si realmente quieres conseguir algo, lo primero que debes hacer es decírselo a alguien. Contar mis retos y saber que otros esperaban que los consiguiera ha sido uno de los mejores alicientes que he tenido siempre.
Los auto-retos son habitualmente grandes para nosotros, siempre te dan una motivación extra en el camino y es mucha la satisfacción cuando los consigues. Y es que no hay mejor satisfacción que aquello que hacemos con nuestras propias manos ¿Verdad? La suerte no existe, solo existe la determinación y el trabajo.
Los auto-retos llevan nuestros proyectos personales al siguiente nivel.
¿Pero los retos son solo para quienes emprenden?
Creo que no, que son para cualquiera que quiera vivir de aquello que conecta con su pasión y siempre quiera avanzar para mejorar. Nos hacen mejores personas y profesionales. Nos permiten avanzar desde el potente conocimiento de quien mide sus propias fuerzas, se conoce y aprende siempre.
Da igual la forma jurídica, legal, formal, contractual bajo la que se trabaje o simplemente se viva. Vivir desde dentro con la mirada puesta en el próximo reto es lo que realmente te permite avanzar.
Mi 2017 hasta el momento ha estado cargado de auto-retos que me han hecho sudar, rabiar, correr, saltar y reír mucho. Y, como no podía ser de otro modo, arranco esta rentrée después del verano mediterráneo con ganas de crear y conseguir más auto-retos. Y por supuesto os deseo el máximo éxito en los vuestros. Yo tengo uno verdaderamente importante para mí que es escribir más y mejor. Vosotros lo veréis :-)